Policía arresta a sospechoso de matar a la niña Jazmine Barnes y cree que pudo ser víctima de un error

Avatar Abelina Tavera | January 6, 2019 121 Views 0 Likes 5 On 2 Ratings

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HOUSTON, Texas. – Una pista recibida por investigadores del sheriff del condado Harris a cargo del caso de asesinato de Jazmine Barnes, de 7 años, los condujo hasta Eric Black Jr, de 20 años, quien fue puesto bajo custodia el sábado como sospechoso en el crimen contra la niña que viajaba con su familia.

Después de su captura, Black admitió haber participado en el tiroteo, y se le interpuso el cargo de asesinato con posibilidad de pena capital, según explicó Ed González, alguacil del condado en una conferencia de prensa este domingo en la tarde.

Eric Black Jr, de 20 años, está preso como sospechoso de matar a Jazmine Barnes. Se le presentaron cargos de asesinato con posibilidad de pena capital. Crédito: HCSO

Los investigadores no creen que la familia de la niña Jazmine haya sido el objetivo del tiroteo y están manejando la teoría de que su auto fue baleado porque lo confundieron con el de alguien más, según se explica en un comunicado emitido por la oficina del sheriff del condado Harris.

González explicó que a partir de la confesión del sospechoso Black, un segundo hombre está siendo investigado “pero no puedo aportar más detalles sobre él porque la investigación está en proceso y debemos verificar bien” los datos que nos han llegados de algunos testigos y de lo que ha dicho Black.

El ataque a tiros a la familia Barnes ocurrió el pasado 30 de diciembre, en vísperas de Año Nuevo, muy cerca de un Walmart ubicado en la cuadra 14500 de Wallisville, al este de Houston. La familia Barnes salía de allí, cuando un hombre se acercó al automóvil y abrió fuego contra ellos.

Se le consultó al alguacil sobre la confusión sobre el retrato hablado y la búsqueda de un hombre blanco de ojos azules que supuestamente huyó del lugar en una camioneta roja y explicó que es probable que se trate de un testigo (no necesariamente vinculado con el crimen) y pidió a esa persona y a la comunidad seguir aportando pistas sobre el caso. Hasta ahora, refirió, están contrastando diversas fuentes de información “para obtener varios ángulos del mismo hecho”.

Por lo tanto, solicitó que quien tenga alguna información se comunique por el teléfono 713-222-Tips (7132216000). También aprovechó para dar un mensaje a la comunidad de inmigrantes de la zona, en español: “no tengan miedo de avisarnos si saben de algo relacionado con este caso y ayudarnos a esclarecerlo”.

“Agradezco la dedicación de nuestros investigadores, el apoyo de las agencias policiales que brindaron asistencia vital y a los informantes de todo el país que contribuyeron para que se hiciera justicia en el caso de Jazmine”, dijo González, quien contó que él personalmente está involucrado en esta investigación, junto con su equipo.

“Nuestro trabajo no ha terminado, pero creo que la gente del Condado de Harris puede estar tranquila de saber que hemos hecho grandes progresos”.

La oficina del alguacil del condado de Harris, en Houston, Texas, había anunciado el sábado en la noche en su cuenta oficial de Twitter que tenían a una persona de interés bajo custodia y que la investigación había tomado un nuevo giro. En principio hubo sospechas de que se trataba de un crimen racial cometido presuntamente por un hombre blanco. Pero las pesquisas ahora apuntan a un error de identidad, cometido por los atacantes contra la niña y el hombre blanco es probable que sea testigo y no tenga que ver con el crimen.

La madre de la niña, La Porsha Washington, de 30 años, fue herida con un disparo en su brazo, mientras que sus otras dos hijas adolescentes resultaron ilesas en el ataque.

El asesinato de la menor ha llamado la atención de activistas contra el racismo en todo el territorio nacional, entre ellos Shaun King, de Nueva York, que a través de sus redes sociales inició una campaña para que la ciudadanía apoye las pesquisas para identificar y dar con el paradero del responsable.

King, junto con el abogado de derechos civiles Lee Merritt, afirman que lograron juntar 100,000 dólares como recompensa para quien diera pistas que llevaran a una captura. Ambos creían que este podría ser un caso de odio racial porque la familia afectada era de raza negra.


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Written by Abelina Tavera